Estudiantes de más de 3.000 centros educativos del país dejaron sus clases y se concentraron en sus campus o recorrieron las calles del país para exigir al Gobierno un mayor control en la venta de armas de fuego. La manifestación comenzó a las diez de la mañana y tuvo un acto central de 17 minutos, uno por cada fallecido en el tiroteo.
