El caso, presentado por Sudáfrica y apoyado por Egipto, se sumará a la creciente presión internacional sobre Israel.
La Corte Internacional de Justicia, máximo tribunal de las Naciones, Unidas ordenó este viernes a Israel el cese inmediato de sus operaciones militares en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, aunque no llegó a decretar un alto el fuego total. Sin embargo, es poco probable que Israel acate la orden, pero esto aumentará la presión sobre la nación, que cada vez se encuentra más aislada.
Las críticas a la conducta de Israel en su guerra contra Hamás en Gaza han ido en aumento, incluso por parte de su aliado más cercano, Estados Unidos; sobre, todo por las operaciones en Rafah. Solamente esta semana, tres países europeos han anunciado que reconocerían un Estado palestino, y el fiscal jefe de otro tribunal de la ONU solicitó órdenes de detención contra dirigentes israelíes, junto con altos mandos de Hamás.
La presión sobre Netanyahu aumenta para que termine con la guerra en la Franja de Gaza
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, está sometido a fuertes presiones en su país para que ponga fin a la guerra, que se desencadenó cuando militantes dirigidos por Hamás irrumpieron en Israel, matando a 1.200 personas, la mayoría civiles, y capturando a unas 250, que se llevó como rehenes a la Franja de Gaza. Miles de israelíes se han unido a una serie de manifestaciones semanales para pedir al Gobierno que llegue a un acuerdo para llevar a los rehenes de vuelta a casa, temiendo que el tiempo se agote.
Aunque la sentencia de la Corte Internacional de Justicia, CIJ, supone un duro golpe para la posición internacional de Israel, el tribunal no dispone de una fuerza policial para hacer cumplir sus órdenes. En otro caso pendiente, Rusia ha ignorado hasta ahora una orden de la Justicia, que data de 2022, de detener su invasión a gran escala de Ucrania.
Israel no acatará la orden de la Corte Internacional de Justicia
Antes del fallo, Israel señaló que también desestimaría una orden de la CIJ de detener sus operaciones. "Ningún poder del mundo impedirá que Israel proteja a sus ciudadanos y persiga a Hamás en Gaza", declaró Avi Hyman, portavoz del Gobierno, en una rueda de prensa celebrada el jueves. El presidente del tribunal, Nawaf Salam, leyó la sentencia, mientras un pequeño grupo de ciudadanos propalestinos se manifestaba en el exterior. Los temores sobre una operación en Rafah se han "materializado", según el fallo, y "la situación humanitaria debe calificarse ahora de desastrosa".
El tribunal también ordenó a Israel que mantuviera abierto el paso de Rafah a Egipto "para la prestación sin trabas, a escala, de los servicios básicos, y la ayuda humanitaria que se necesitan urgentemente". Sin embargo, no pidió un alto el fuego total en toda Gaza, como había solicitado Sudáfrica, que presentó el caso, en las vistas celebradas la semana pasada. La petición de un alto el fuego forma parte de una demanda presentada a finales del año pasado, en la que se acusa a Israel de cometer genocidio durante su campaña en Gaza. Israel niega vehementemente las acusaciones. El caso tardará años en resolverse, pero Sudáfrica quiere que se dicten órdenes provisionales para proteger a los palestinos mientras continúan las disputas legales.