Kiev ha sido el principal objetivo, con al menos 23 personas heridas y daños registrados en varias áreas residenciales, aunque sin lamentar víctimas mortales. Se han confirmado bombardeos en cinco de los diez distritos de la capital, y la infraestructura ferroviaria ha resultado dañada.
Las defensas aéreas ucranianas han interceptado 270 amenazas entrantes, mientras que otras 208 desaparecieron del radar, probablemente debido a interferencias electrónicas. El ataque se produjo pocas horas después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, hablara con el presidente ruso, Vladímir Putin.