La guerrilla kurda PKK ha anunciado este domingo la retirada de todas sus fuerzas del territorio turco, en lo que representa un nuevo avance en el proceso de paz con Ankara. La medida supone un paso más tras el anuncio de disolución del grupo en diciembre de 2024 y el fin de su lucha armada.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha confirmado que está "implementando la retirada de todas sus fuerzas dentro de Turquía", con 25 combatientes, tanto hombres como mujeres, ya desplazados al norte de Irak, donde los guerrilleros tienen sus bases.
Este anuncio, difundido por medios turcos citando fuentes del Kurdistán iraquí, representa un paso adicional en el proceso iniciado en diciembre de 2024, cuando el PKK declaró su disolución y el fin de la lucha armada que mantuvo durante 40 años contra el Estado turco, un conflicto que dejó aproximadamente 45.000 muertos.
La decisión responde al llamamiento de Abdullah Öcalan, fundador y líder encarcelado del PKK, quien en febrero de este año pidió desde prisión "la paz y una sociedad democrática".
El PKK, considerado organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, subrayó que esta medida es consecuencia directa de lo acordado en su 12º Congreso, celebrado en mayo, donde se ratificó formalmente el fin de la lucha armada. En julio, decenas de guerrilleros escenificaron el compromiso quemando sus armas en una ceremonia simbólica de desarme en la provincia de Sulaimani, en el Kurdistán iraquí.
Exigencias al Gobierno y contexto regional
El comunicado del PKK insta al Gobierno turco a promulgar "sin demora" las leyes necesarias que garanticen a sus miembros la reintegración en la sociedad turca y les permitan participar en los procesos políticos y democráticos del país.
Los guerrilleros advierten además de las amenazas que suponen las actuales tensiones en Oriente Medio: "Los conflictos y las guerras que tienen lugar en Oriente Medio han llegado a amenazar seriamente el futuro de Turquía y de los kurdos".
Ankara ha dado varios pasos en este proceso de paz, destacando el establecimiento de una comisión parlamentaria con amplia participación de los partidos políticos turcos, que ahora deberá proponer las medidas legislativas que exigen los guerrilleros.
Aunque el anuncio se considera histórico, muchos analistas lo califican en gran medida como simbólico, dado que el PKK ya no cuenta con fuerzas significativas en territorio turco. Sin embargo, representa un importante gesto político de cara a la reunión prevista para el próximo martes entre el presidente Recep Tayyip Erdogan y una delegación del partido izquierdista prokurdo DEM, que ha desempeñado un papel clave en las negociaciones entre Öcalan y el Gobierno turco.