Los paramilitares del RAF han arrebatado al Ejército el control de este municipio al oeste de Sudán, provocando miles de asesinatos y desplazamientos forzosos.
Las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) han tomado el control de la ciudad de El Fasher (Darfur del Norte, al sudoeste del país), obligando al Ejército del Gobierno sudanés a retirarse de la zona. Decenas de miles de personas han huido de la violencia paramilitar hasta un campo de refugiados cercano tras la toma de esta importante localidad.
Según ACNUR, más de 26.000 personas han llegado por el momento hasta el emplazamiento, situado a unos 60 kilómetros de la ciudad conquistada. "Los recién llegados han transitado por rutas de escape peligrosas y denuncian abusos horribles", escribe Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, en X.
Según un representante del ACNUR, los refugiados de El Fasher denuncian violencia arbitraria, asesinatos y ejecuciones de personas discapacitadas. "A otros los mataron a tiros mientras huían. Muchos se han quedado porque no pueden o están demasiado débiles para huir", declara Jacqueline Wilma Parlevliet, jefa de la oficina local del ACNUR en Sudán.
Los 300.000 habitantes de la ciudad estaban asediados desde hace año y medio por las milicias de las FAR. Este grupo, irónicamente, fue creado por el propio Gobierno sudanés que ahora las combate en 2013 para luchar contra otros grupos rebeldes y reprimir insurgencias antigubenamantales. Human Right Watch considera, que tanto entonces como desde su emancipación en 2023, han cometido numerosos crímenes de lesa humanidad.
El laboratorio de Investigación Humanitaria de la Universidad de Yale ha declarado ante la 'BBC' que, desde la toma de El Fasher, las imágenes por satélite muestran pilas de cadáveres ejecutados en masa o abatidos por francotiradores. En una publicación de X, el director del equipo de investigación describe las "evidentes balsas de sangre" que llegan a verse incluso por satélite.
Asimismo, el equipo humanitario de la ONU en Sudán ha calificado de "horribles" los informes sobre "ejecuciones sumarias", ataques a civiles en rutas de escape, la violencia sexual o las redadas ejecutadas casa por casa.
Los paramilitares tampoco han tenido reparos en asesinar a cinco miembros del personal de la Media Luna Roja. Estos voluntarios murieron en la ciudad de Bara, a unos 300 kilómetros al suroeste de Jartum, llevando chalecos que los identificaban como miembros de la organización humanitaria. Tres de sus compañeros siguen desaparecidos.
El Gobierno sudanés, por su parte, ha decidido expulsar del país a Laurent Bukera, director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Sudán, y a Samantha Chattaraj, coordinadora de Ayuda de Emergencia del PMA sudanés, sin explicar su decisión. El personal de la ONU tuvo 72 horas para abandonar el país.
No es la primera vez que el Gobierno recurre a una medida de este tipo. En junio de 2023, el enviado especial de la ONU y diplomático alemán Volker Perthes fue declarado persona 'non grata', acusado de "incitar al conflicto en Sudán".
Sudán se sumió en el caos el 15 de abril de 2023, cuando las tensiones entre el Ejército y la FAR degeneraron en una guerra abierta en todo el país. Desde entonces, al menos 24.000 personas han muerto yunas 13 millones han sido desplazadas.