Según el gobierno alemán, Deutsche Welle está siendo acosada por las autoridades rusas. Moscú lleva tiempo tomando medidas contra los medios de comunicación que se encuentran en su esfera.
El Gobierno alemán ha acusado al Kremlin de reprimir la información independiente procedente de Rusia. El portavoz del Gobierno, Stefan Kornelius, declaró que se condenaba expresamente la represión que está llevando a cabo la "cúpula terrorista" de Moscú. Según sus propias declaraciones, Deutsche Welle (DW) ha sido clasificada como "organización indeseable" en Rusia, lo que significa que su trabajo sobre el terreno ya no es posible sin restricciones.
Esta medida demuestra que "los dirigentes rusos temen la información independiente, especialmente sobre la guerra de agresión contra Ucrania", explicó Kornelius. Destacó la solidaridad del Gobierno alemán con los medios de comunicación que "no están dispuestos a permitir que las campañas de desinformación organizadas por el Estado ruso queden sin respuesta".
DW es considerada "agente extranjero" en Rusia desde 2022
El Ministerio Federal de Asuntos Exteriores también rechazó la criminalización de Deutsche Welle por considerarla infundada. La represión es moneda corriente en Rusia, explicó un portavoz. "La libertad de prensa ya no está garantizada allí".
Según el portavoz, la embajada alemana en Moscú está en estrecho contacto con los periodistas y profesionales de los medios de comunicación que trabajan allí y les apoya. A la pregunta de si el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores convocaría al embajador ruso en Berlín o tomaría otras medidas en respuesta, no hizo ningún comentario.
Las autoridades rusas llevan años criticando los reportajes de Deutsche Welle. El Ministerio de Asuntos Exteriores en Moscú había retirado anteriormente la acreditación a la oficina de la DW y a los periodistas que trabajaban en ella. La emisión está prohibida desde febrero de 2022 y el sitio web de la emisora está bloqueado en Rusia.
Con la clasificación como "organización indeseable", Rusia intensifica su acción contra la emisora. DW aún no ha recibido ninguna notificación oficial de las autoridades rusas.
En Rusia, la cooperación con "organizaciones indeseables" se considera un delito penal que puede castigarse con fuertes multas y, en casos extremos, incluso con penas de cárcel, como informa Deutsche Welle. Incluso la distribución de contenidos de tales proveedores de medios de comunicación se considera un delito penal.
El Gobierno federal proporcionará a Deutsche Welle unos 425 millones de euros en 2026. Según la emisora, unos diez millones de personas utilizaron el programa en ruso cada semana en 2025.