Cientos de familias de Georgia hicieron cola en un reparto local de alimentos ante el temor creciente a perder la ayuda alimentaria federal antes de Acción de Gracias.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) había previsto suspender las prestaciones del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) el 1 de noviembre, alegando falta de fondos por el cierre de la Administración.
Sin embargo, dos jueces federales ordenaron a la Administración Trump que siguiera abonando las prestaciones con cargo a las reservas de emergencia. El SNAP ayuda a uno de cada ocho estadounidenses y cuesta casi 8.000 millones de dólares al mes.