Las fuertes lluvias en la isla de Ormuz, en Irán, cambiaron brevemente el color de su famosa Playa Roja esta semana, cuando las escorrentías arrastraron hacia el mar tierra rica en hierro.
El agua de escorrentía tiñó de rojo intenso tramos del litoral y aguas cercanas, que contrastaban con el azul del golfo Pérsico.
La playa es conocida por su arena roja y acantilados rojizos, moldeados por altos niveles de óxido de hierro. Cuando llueve, lenguas de tierra descienden por las laderas y se extienden por la costa. El efecto dura poco, pero atrae a visitantes, fotógrafos y suscita una amplia atención en internet.
La isla de Ormuz se sitúa en el estrecho de Ormuz, donde el golfo Pérsico se encuentra con el golfo de Omán.
Las lluvias son infrecuentes en esta isla árida y suelen limitarse al invierno y al inicio de la primavera. Más allá de su atractivo visual, el suelo rojo, conocido localmente como 'gelak', se utiliza en pequeñas cantidades para pigmentos, cosmética y productos tradicionales.