El alcalde de la ciudad francesa tuvo la idea de rodear varios bancos públicos con vallas de dos metros para que no pudieran dormir mendigos o
El alcalde de la ciudad francesa tuvo la idea de rodear varios bancos públicos con vallas de dos metros para que no pudieran dormir mendigos o sentarse gente ociosa. En Nochebuena puso las vallas. Este viernes las quitó tras la indignación general y protestas en las que varias jóvenes se enjaulaban: “Nos quedamos muy impresionadas por esto, como todo el mundo, creo. Así que nos dijimos: tenemos que hacer algo sin falta”.
Los bancos enjaulados se convirtieron en el hazmerreir en Angulema y en toda Francia y las burlas y el ridículo pudieron más que las protestas que al principio fueron ignoradas por Xavier Boonnefont, el alcalde del partido que encabezara Sarkozy: “Seguiremos tratando este tema en enero con los comerciantes y los vecinos de la plaza del Campo de Marte para llegar a una solución satisfactoria”.
Pero el alcalde, insiste. Las vallas servían para proteger a los vecinos de traficantes y de mendigos e incluso está pensando en una solución artística casi neolítica: piedras y peñascos dentro de las jaulas para convertir un obstáculo arquitectónico en una supuesta obra de arte digna de los Picapiedra.
Pero eso el alcalde de Angulema lo reserva para enero.