Buenas palabras y pocos compromisos en la cumbre de los países del Sudeste Asiático sobre la inmigración. El comunicado final habla del refuerzo de
Buenas palabras y pocos compromisos en la cumbre de los países del Sudeste Asiático sobre la inmigración.
El comunicado final habla del refuerzo de la seguridad y del respeto de los derechos humanos. Ninguna referencia explícita a la situación de los inmigrantes musulmanes rohinyás, por las presiones de Birmania.
“Nuestro objetivo a largo plazo es que la gente no tenga que abandonar su país, que puedan vivir en paz, que tengan mejor calidad de vida. El gobierno de Birmania ha aceptado la ayuda financiera”, explicó el secretario permanente del ministerio de Exteriores tailandés, Norachit Sinhaseni.
Los representantes de varias organizaciones no gubernamentales, como Human Rights Watch (HRW), reclamaron a Indonesia, Malasia y Tailandia, libre acceso a la zona. Su objetivo es precisar la situación de los miles de inmigrantes que siguen abandonados en barcos, navegando por el Océano Índico.
Según Naciones Unidas, 25.000 personas han abandonado Birmania y Bangladés durante los tres primeros meses del año. El doble que durante el mismo periodo del año anterior.
El drama de los inmigrantes rohinyás por Human Rights Watch, en inglés