Desde el jueves, las autoridades francesas impiden que centenares de subsaharianos penetren en territorio galo. Por su parte, la policía italiana
Desde el jueves, las autoridades francesas impiden que centenares de subsaharianos penetren en territorio galo. Por su parte, la policía italiana intenta meterlos en autobuses para conducirlos a la estación más próxima y que así abandonen el campamento en la localidad fronteriza de Ventimiglia.
Francia quiere que se respete el acuerdo de Dublín que obliga al país de acogida a hacerse cargo de los refugiados mientras que, Italia, desbordada por la llegada masiva de inmigrantes, exige una mejor repartición de este flujo humano.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha amenazado con un plan b si la UE no establece una alternativa al acuerdo de Dublín en la Cumbre Europea del 25 de junio.