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¿Está Irán frenando un mayor éxodo de afganos hacia Europa?

¿Está Irán frenando un mayor éxodo de afganos hacia Europa?
Derechos de autor 
Por Consuelo Maldonado con MARYAM SHAHI, AMIR BEHNAM MASOUMI
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Una parte considerable de los demandantes de asilo que llegan a la Unión Europea son de origen afgano. Según cifras de Eurostat, los afganos

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Una parte considerable de los demandantes de asilo que llegan a la Unión Europea son de origen afgano.

Según cifras de Eurostat, los afganos representan el 6,6% del total de los demantes de asilo, en segunda posición (41 370 personas, según las últimas cifras disponibles de 2014), por detrás de los sirios que totalizan el 19,4% (122 115 personas) y que, un año más, forman el primer grupo de refugiados llegados a suelo europeo.

Catorze años después de la caída de los talibanes tras la intervención estadounidense, la inseguridad, los ataques terroristas y la corrupción endémica minan la vida de la población de este país en guerra desde hace tres décadas.

Una inseguridad que empuja a miles de afganos a emigrar. Pakistán e Irán son los principales países de acogida aunque no siempre el destino deseado por los afganos. Entre ambos países albergan 2,7 millones de afganos, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones

Los programas de acogida para los refugiados afganos en estos dos países son insignificantes en relación al número de demandantes, teniendo en cuenta, además, que solo Irán estaría, en principio, obligado a observar las normas impuestas por la Convención relacionada con el estatus de refugiados de las Naciones UnidaS DE 1951, ya que Pakistán no la ha firmado.

Aquellos afganos que deciden continuar su periplo hacia Europa deben sortear los impedimentos con los que se topan en Irán.

Las Guardia Revolucionaria no permite cruzar la frontera con Turquía a los migrantes que se dirigen hacia Occidente. Es lo que cuenta Hadji Mohammad, obrero afgano de Kabul: “los autoridades arrestaron a mi hijo Ahmad y a su primo a unos pasos de la frontera turca”. “Fueron repatriados a Afganistán pero no se quedarán allí, sé que volverán a intentarlo.”, explica Mohammad.

El buen afgano que dejó de serlo

Desde el inicio de la guerra civil en Afganistán en los años 80 y teniendo en cuenta el número de afganos de la primera y segunda generación instalados en Irán, el número de ciudadanos de esta nacionalidad roza los tres millones, según estimaciones del Ministerio del Interior iraní. Esta cifra no refleja, sin embargo, las estadísticas oficiales. Según cifras de ACNUR de 2015, hay 950 000 afganos registrados en Irán y unos 800 000 sin registrar. Estadísticas que no tienen en cuenta a los niños afganos nacidos en suelo iraní.

La primera ola de refugiados, llegados en los años 80 en plena guerra entre los talibanes y las fuerzas soviéticas, consiguió instalarse de manera legal en el país. El ayatolá Jomeini, por entonces, líder de Irán, los recibió con los brazos abiertos y la Guardia Revolucionaria y las milicia Basij recibieron órdenes para acoger y cooperar con los refugiados afganos.

Este cálido recibimiento fue enfriándose en los años 90. La mayoría de los nuevos refugiados llegados en aquella época permance, hoy en día, sin documentación alguna. Es difícil de determinar el número de afganos nacidos en suelo iraní ya que, en muchos casos, ni siquiera están registrados.

Las mujeres y los menores de 14 años constituyen la mayoría de la población afgana instalada en Irán, más del 51% consiste en personas menores de 18 años.

Este alto porcentaje de niños y mujeres, en principio fuera del mercado laboral iraní, pone de manifiesto el poco peso de la mano de obra afgana masculina en términos macroeconómicos en Irán, representa el 1,8% de la población activa en Irán. Según un informe de ACNUR, la mayoría de los refugiados afganos trabajan en el sector de la construcción sin permiso de trabajo.

Según un estudio de 2006 (no se poseen estadísticas actuales sobre este tema), la mano de obra afgana entra en competencia directa con un gran sector de la población iraní rebajando el nivel de los salarios en un 20%. Según varias encuentas realizadas a la patronal iraní, la mano de obra afgana sigue siendo muy demandada porque los originarios de este país están dispuestos a realizar las tareas más duras y durante más tiempo sin que se pierda productividad.

¿Está cambiando Irán su política migratoria?

La situación de los menores afganos y el acceso a la educación sigue siendo problemática, ya que incluso para la segunda generación de afganos nacidos en Irán, el acceso a la residencia legal es tortuoso.

El caso de Alireza simboliza el de miles de afganos que han cursado sus estudios de secundaria en Irán. No pudo continuar sus estudios superiores y decidió emigrar a Europa. “Me arrestaron en la frontera con Turquía y un tribunal anuló mi permiso de residencia y me repatriaron a Afganistán”, comentó Alireza a Euronews. “Aquí, es mi país, pero no hay futuro para mí, tengo que volver a Irán para obtener otro permiso de residencia para intentar acceder a la universidad, si no, tendrá que emigrar a Europa.”

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La radiotelevisión iraní se interesa cada vez más a la cuestión de los refugiados afganos en Irán. El ayatolá Jameneí ha exigido, en los últimos años, a los establecimientos escolares que acepten a los alumnos afganos sin papales.

Un cambio de actitud que se explica, según un sociólogo de la Universidad de Teherán, por la necesidad de Teherán de buscar aliados más fiables en la región. Los afganos comprenden el iraní y comparten tradiciones culturales similares, además, combaten al lado de los iraníes en Siria.

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