“Abran”. Es lo que gritaban anoche cientos de desplazados a los policías húngaros tras la frontera de alambradas recién terminada y que ha sellado el
Nuestra tarea consiste en mantener la seguridad de Serbia, pero también ocuparnos de estas personas y tratarlas con humanidad. Este es un problema europeo, que no tiene una solución fácil
“Abran”. Es lo que gritaban anoche cientos de desplazados a los policías húngaros tras la frontera de alambradas recién terminada y que ha sellado el paso desde Serbia. Ante las complicaciones para pasar por Hungría, algunos refugiados se están desviando hacia Croacia para viajar desde allí hasta Austria y Alemania.
El cerrojo que ha puesto Budapest en sus fronteras puede estar creando una segunda ruta balcánica alternativa de la inmigración.
El ministro serbio del Interior visitaba anoche a los refugiados que han quedado atrapados en la zona fronteriza.
Nebojša Stefanović, ministro del Interior de Serbia:
“ Nuestra tarea consiste en mantener la seguridad de Serbia, pero también ocuparnos de estas personas y tratarlas con humanidad. Este es un problema europeo, que no tiene una solución fácil. No es fácil ni en un sólo país, especialmente en Serbia que es uno de los países más pequeños de Europa”
Desde el martes, Hungría criminaliza la inmigración ilegal. Con la reforma de la ley, los clandestinos se exponen a la cárcel o la expulsión.
Viktor Orbán, Primer ministro de Hungría:
“ Cuando alguien diga que es un refugiado, se le preguntará si ha rellenado una petición de asilo en Serbia. Si no lo ha hecho, como Serbia es un país seguro, será rechazado”
Budapest ha declarado el estado de crisis en dos provincias meridionales fronterizas con Serbia por la llegada de refugiados y ha anunciado que piensa extender la verja hacia la frontera con Rumania.