Tras aprobar el martes el sistema de cuotas para el reparto de inmigrantes, la UE no consiguió ayer miércoles sacar adelante medidas concretas para
Tras aprobar el martes el sistema de cuotas para el reparto de inmigrantes, la UE no consiguió ayer miércoles sacar adelante medidas concretas para contener la actual ola migratoria. De lo poco que ha salido de la reunión es un cheque de mil millones de euros para ayudar a los países vecinos de Siria, que ya acogen cientos de miles de desplazados.
Pero el mensaje más reiterado fue el refuerzo de las fronteras. Donald Tusk, Presidente del Consejo Europeo:
“ Está claro que la gran marea de inmigrantes y refugiados está por venir. Debemos corregir la política de puertas y ventanas abiertas. Ahora tenemos que concentrarnos en la protección adecuada de nuestras fronteras exteriores y la asistencia externa a los refugiados y a nuestros países vecinos”
El tono de la reunión fue moderado, con algunas excepciones como el Primer ministro húngaro, que ya había caldeado el ambiente previamente al acusar a Alemania de “imperialismo moral”.
Viktor Orbán, Primer ministro de Hungría:
“Si damos una oportunidad a la valla para que funcione, entonces seremos capaces de controlar nuestras fronteras naturales y la inmigración en la zona Schengen. Pero, si no les gusta la verja también somos capaces de dejar que los inmigrantes crucen a Austria y Alemania”.
La crónica de nuestro corresponsal en Bruselas, Sandor Zsiros:
“Aunque la cumbre de la UE ha terminado sin grandes sorpresas, sí ha habido un intenso debate entre bastidores acerca de la dirección de la política migratoria de la UE. Un diplomático nos lo ha resumido así: Europa no puede tener puertas abiertas y verjas al mismo tiempo para los inmigrantes”.