Estamos en la fábrica de Papa Noel en el centro de Budapest. Estos días se encuentra a pleno rendimiento. Gestiona donativos procedentes de toda
Estamos en la fábrica de Papa Noel en el centro de Budapest.
Estos días se encuentra a pleno rendimiento. Gestiona donativos procedentes de toda Hungría: juguetes, libros o ropa, pero también comida en lata. La Cruz Roja los repartirá estas Navidades a niños de familias o entornos desfavorecidos. Esta fábrica es una ONG creada hace diez años.
“El año pasado llegamos a 348.000 familias”, cuenta su fundador.“Pudimos entregar paquetes con regalos a todos esos niños. Creo que es una cantidad importante”.
Santa Claus ha hecho un largo camino desde Laponia. Además de ayudar a preparar los regalos, visitará escuelas y orfanatos. Le hemos preguntado que quiere para los niños.
“Deseo que tengan un gran corazón y que piensen en los demás. Y que compartan, eso es muy importante. Es algo que deberíamos hacer todos”.
Según Eurostat, 26 millones de niños viven bajo el umbral de la pobreza o en exclusión social en la Unión Europea. Precisamente Hungría junto a Irlanda, Malta y España han visto aumentar esta lacra en los últimos siete años.