“No es romántico” unirse a Dáesh, “es un negocio”. Este eslogan forma parte de los esfuerzos de Rusia para frenar el creciente reclutamiento del
PUBLICIDAD“No es romántico” unirse a Dáesh, “es un negocio”.
Este eslogan forma parte de los esfuerzos de Rusia para frenar el creciente reclutamiento del autodenominado Estado Islámico. Un problema que afecta no sólo a las regiones rusas con una población mayoritariamente musulmana, sino también al centro del país, según han explicado el autor de un folleto anti-Dáesh y un miembro de la Cámara Cívica de la Federación Rusa.
“Nos dimos cuenta de que ha habido muchos nuevos conversos recientemente, antiguos ateos. Los jóvenes se sienten decepcionados y hay una especie de romanticismo engañoso que les llama. Se está produciendo una lucha entre el bien y el mal. Se hace en nombre de Alá. Uno es el elegido. Pero este folleto anti-Dáesh muestra que en realidad es un negocio”, ha declarado Yelena Sutormina, miembro de la Cámara Cívica de la Federación Rusa.
El autodenominado Estado Islámico no para de ganar adeptos en las repúblicas del Caúcaso, como Daguestán o Chechenia.
Entre 5.000 y 7.000 yihadistas procedentes del Caúcaso están combatiendo en Siria, según cifras rusas.
El folleto ‘Dáesh: un cuento de terror’, promovido por la Cámara Cívica de la Federación Rusa, está destinado a los jóvenes que puedan estar tentados de unirse a este grupo yihadista, así como a sus padres y maestros.