El control de armas, el terrorismo y la diplomacia han centrado el último debate del año celebrado por los aspirantes a la candidatura demócrata a la
El control de armas, el terrorismo y la diplomacia han centrado el último debate del año celebrado por los aspirantes a la candidatura demócrata a la presidencia de Estados Unidos. La ex primera dama y ex Secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton aprovechó la ocasión para atacar los propósitos antimusulmanes del aspirante a la candidatura republicana Donald Trump:
- “Me preocupa enormemente que la retórica de los republicanos, en particular de Donald Trump, está enviando un mensaje a los musulmanes de aquí de Estados Unidos y, literalmente, de todo el mundo, de que hay un “choque de civilizaciones”, de que hay algún tipo de complot occidental o incluso una “guerra contra el Islam”, lo cual, creo que atiza el fuego de la radicalización”, advertía Clinton.
El candidato independiente Berni Sanders pidió perdón a Clinton por el acceso informático que realizó un miembro de su campaña a datos de posibles votantes demócratas en todo el país que habían sido recolectados por el equipo de la ex primera dama.
- “No sólo me disculpo con Clinton, espero que podamos trabajar juntos es una investigación independiente. Quiero pedir disculpas a mis seguidores. Este no es el tipo de campaña que nosotros realizamos. Si encuentro alguien más involucrado también será despedido”, afirmaba Sanders.
El discurso más radical fue el de Martin O’Malley, el candidato peor situado en los sondeos. O’Malley criticó a sus rivales por no ser capaces de cambiar la política de armas ni tan siquiera ante la amenaza terrorista:
- “El Dáesh, en sus vídeos, les dice a los lobos solitarios que la manera más fácil de comprar un arma de guerra es en una feria de armas de Estados Unidos. Y eso es por culpa de la política cambiante de Washington que mis dos colegas aquí presentes han representado en los últimos cuarenta años”, decía O’Malley.
La batalla por suceder a Barack Obama al frente del Gobierno no ha hecho más que empezar. En febrero se celebrarán las primarias de New Hampshire y los caucus de Iowa, los dos eventos más importantes para hacerse con la candidatura del partido a la Casa Blanca. Mientras tanto, queda mucho por llover…