Una estampa de sirenas y uniformes ha sustituido desde hace semanas al bullicio de turistas que habitualmente pasea por las calles del centro de
Una estampa de sirenas y uniformes ha sustituido desde hace semanas al bullicio de turistas que habitualmente pasea por las calles del centro de Estambul. El miedo generado por los ataques terroristas que han sufrido esta y otras ciudades turcas no solo ha ahuyentado a los foráneos, sino que está calando en amplios sectores de la población.
- “Hace media hora hubo una explosión”, decía este hombre. “Hubo un gran ruido y se abrió un agujero enorme en la carretera. Entre veinticinco y treinta personas estaban tendidas en el suelo. Luego, llegó la policía y nos fuimos de allí. Tuve miedo. Psicológicamente, fue terrible”.
El miedo no se circunscribe al centro turístico de la ciudad. Numerosas zonas comerciales estaban ese sábado casi desiertas.
- “A pesar de todas las medidas de seguridad, el terrorismo ha vuelto a golpear el centro de Estambul, incrementando la sensación de miedo entre la gente. A esto se suman los rumores sobre nuevos ataques vertidos en las redes sociales, por lo que la mayoría de los 14 millones de habitantes de Estambul han preferido quedarse en casa”, concluía el corresponsal de euronews en Turquía, Bora Bayraktar.