Pakistán declara la alerta máxima ante la amenaza de nuevos atentados. El grupo talibán Jamaat ul Ahrar se ha responsabilizado del ataque suicida que
Pakistán declara la alerta máxima ante la amenaza de nuevos atentados. El grupo talibán Jamaat ul Ahrar se ha responsabilizado del ataque suicida que ayer tiñó de sangre la pascua cristiana en Lahore cuando un terrorista suicida se hizo saltar por los aires en un parque repleto de familias. Entre las víctimas mortales (más de setenta) hay veinte niños y dieciocho mujeres.
“Fue horroroso”, recuerda Ikram Arif. “Recogí varios cadáveres y los trasladé hasta las ambulancias. Volví a casa destrozado. Mi cuerpo no respondía. Hoy en venido aquí a ver si podía prestar algo de ayuda”.
“Estaba ahí, junto a ese columpio cuando ocurrió la explosión”, dice Mohamed Arshad. “Fue fortísima. Mientras escapábamos ví un charco enorme de sangre y un montón de cuerpos tirados. No sólo había muertos, también heridos. Y no había ninguna seguridad. Debería haberla habido”.
El ataque ha dejado además 350 heridos, de los cuales muchos se encuentran en estado crítico. El grupo Jamaat ul Ahrar se separó en 2014 de la principal organización talibán de Pakistán y simpatiza con la organización terrorista Estado Islámico. El suicida es un joven de la región de Punjab. Las autoridades han decretado tres días de duelo oficial.