Rodrigo Duterte quiere reinstaurar la pena de muerte en Filipinas. El triunfador en las presidenciales del pasado día 9 lo ha confirmado este lunes
Rodrigo Duterte quiere reinstaurar la pena de muerte en Filipinas. El triunfador en las presidenciales del pasado día 9 lo ha confirmado este lunes en rueda de prensa. La pena capital se aplicaría para castigar delitos de drogas, violaciones y robos con asesinato, seis años después haber sido abolida.
“Lo que haré es instar al Congreso para que la restaure”, decía. “Y será por ahorcamiento”.
Duterte ha pedido además una lista con todos los narcotraficantes del país. Capturarlos será la primera prioridad de su mandato.
“Si un delincuente se resiste a un arresto y emplea la violencia”, continuaba Duterte, “la policía y el ejército tienen la orden de disparar a matar”.
Duterte ha llegado al poder prometiendo mano dura. Las organizaciones que defienden los derechos humanos alertan sobre los riesgos que conlleva.
“Estamos ante un problema de pobreza, de grandes desequilibrios de acceso a la educación y de falta de políticas de rehabilitación en el sistema penal”, explica Cristina Palabay, secretaria general del grupo Karapatan. “La pena de muerte no va a resolver las deficiencias de un sistema injusto”.
Una semana después de los comicios, el recuento aún no ha terminado, aunque el resultado es inapelable. Con el 96% de los votos ya escrutados, Duterte acumula seis millones de votos más que su rival más cercano, el ministro saliente del Interior, Mar Roxas.