Martin Schulz nació el 20 de diciembre de 1955 en Eschweiler, una pequeña localidad situada en el oeste de Alemania y muy cerca de la frontera con Holanda y…
Martin Schulz nació el 20 de diciembre de 1955 en Eschweiler, una pequeña localidad situada en el oeste de Alemania y muy cerca de la frontera con Holanda y Bélgica.
Desde muy pequeño fue un apasionado de la lectura y tras acabar la secundaria decidió empezar a trabajar en lo que más le gustaba y se hizo aprendiz de librero. En 1982 abrió su propia librería en Würselen, donde estuvo al mando 12 años.
El Schulz que conocemos hoy no hubiera sido posible sin su temprana entrada en la socialdemocracia alemana. A los 19 años su unió al SPD y 12 años después se convirtió en el alcalde más joven del Estado de Renania del Norte-Westfalia, al ocupar el sillón consistorial de Würselen. Once años estuvo al mando del ayuntamiento y según cuenta fue entonces cuando empezó a entusiasmarse por la construcción del proyecto europeo. “En esa época tomó forma mi entusiasmo por Europa y la convicción de que quería contribuir a construir un proyecto europeo avanzado”, recuerda Schulz.
En 1994 y siendo todavía alcalde, se convirtió en eurodiputado. Con los años empezó a perfilar su perfil europeo y a dejar de lado su carrera política en Alemania para centrarse en el ámbito comunitario. En su etapa en el Parlamento Europeo ha formado parte de varias comisiones como la subcomisión de Derechos Humanos o la comisión de Libertades Civiles y Asuntos de Interior.
Desde el año 2000 fue el líder de la delegación socialista alemana y vicepresidente del grupo socialista en la Eurocámara. En 2004 sustituyó a Enrique Barón en la presidencia del grupo del PSE y en el mismo año fue elegido vicepresidente de la Internacional Socialista.
El 17 de enero de 2012 fue elegido presidente del Parlamento Europeo gracias a un acuerdo con el grupo conservador. Elegido con 387 votos, sustituyó en el cargo al diputado polaco conservador Jerzy Buzek.
En su discurso inaugural mostró su intención de dar brillo a la única institución comunitaria elegida por sufragio universal. “Esta cámara es el lugar donde se representan los intereses de los ciudadanos”, dijo entonces. Su objetivo, añadió, era “ayudar al Parlamento Europeo a realzar su perfil como foro de debate partidista, democrático e informado sobre el futuro del curso político de la UE”.
Durante sus dos años y medio de mandato le tocó lidiar con la crisis del euro y la crítica situación en la que se encontraban los países del sur de Europa. Llegó a decir que “por primera vez desde su fundación, el fracaso de la Unión Europea es una posibilidad real”.
Rostro conocido de la política europea, también mantiene un fuerte vínculo con su circunscripción. “Durante muchos años, fui alcalde de mi ciudad; escuchar las preocupaciones y responder a las preguntas de la gente fue mi labor diaria”, cuenta, confesando que “esto sigue siendo una importante parte de mi trabajo”.
El 1 de julio de 2014, Schulz fue reelegido con 409 votos, convirtiéndose así en el primer presidente de la historia del Parlamento Europeo en revalidar mandato. Los dos grandes grupos políticos de la Cámara decidieron que el PPE asumiría la presidencia en 2017 aunque Schulz había manifestado su voluntad de quedarse.
Estos dos últimos años no han estado exentos de polémicas. En diciembre del año pasado
criticó duramente la deriva antidemocrática del nuevo gobierno polaco y calificó las medidas del nuevo ejecutivo de “golpe de Estado”.
En este último año había mostrado su intención de quedarse en Estrasburgo arguyendo que no convenía que las tres instituciones (Parlamento, Comisión y Consejo) estuvieran presididas por el mismo grupo político.