Unas 500 toneladas de alimentos, medicinas y ropas han desembarcado en el puerto de Rangún, después de hacerse público un informe de la ONU denunciando las graves violaciones de los derechos humanos c
Unas 500 toneladas de alimentos, medicinas y ropas han desembarcado en el puerto de Rangún, después de hacerse público un informe de la ONU denunciando las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por el Ejército birmano contra esta minoría.
“Se hace la entrega al gobierno que se encargará de la distribución. No podemos mantener todo el tiempo el escepticismo, debemos tener confianza entre los países, así como también hemos expresado nuestra preocupación sobre lo que sucedió en el estado de Rakhine”, declaraba Reezal Merican Naina Merican, viceministro de Exteriores de Malasia, país de mayoría musulmana.
Un grupo de budistas, mayoritarios en Birmania, se ha manifestado en el puerto de Rangún afirmando que los rohinyá son inmigrantes indocumentados de Bangladesh. “No nos importa que quieran apoyar a personas que están sufriendo. Pero no queremos que se aproveche políticamente la denominación de rohinyá. La palabra rohinyá no existe”, asegura un monje.
Malasia ha enviado también 2.200 toneladas de ayuda destinada a los miles de rohinyás refugiados en el Bangladesh tras huir del operativo de seguridad lanzado en octubre por el Ejército birmano en el estado de Rakhine.
El Gobierno birmano ha asegurado que investigará los abusos denunciados por la ONU que habla de un posible caso de “limpieza étnica”.