Poco a poco parece que la batalla de Mosul se va decantando del lado del Ejército iraquí.
Poco a poco parece que la batalla de Mosul se va decantando del lado del Ejército iraquí.
Tras cinco meses de intenso asedio, las fuerzas iraquíes y las milicias aliadas han conseguido enclaustrar a los yihadistas del autodenominado Estado Islámico en la parte occidental de la tercera ciudad del país.
En la ofensiva del lunes, los militares se hicieron con el control de uno de los cinco puentes sobre el río Tigris, el más al sur de la ciudad. Un éxito bastante importante ya que el control de esta infraestructura permitirá a las tropas el transporte de material y municiones, así como recibir refuerzos desde la parte oriental.
Las fuerzas iraquíes han intensificado su avance en los bastiones yihadistas de la ciudad y además del puente han conseguido liberar dos barrios de la parte occidental de Mosul, Al Tayarán y Al Yausaq.
Los combates en las calles son muy intensos y los radicales están muy bien implantados en esta amplia zona de la urbe. El Gobierno espera que la resistencia de los yihadistas aumente a medida que se acerquen a los barrios más densamente poblados, sobre todo en el casco viejo.
La situación para los que viven en medio de los combates es crítica. Miles de personas han huido y se calcula que unas 160.000 están alojadas en campos de refugiados de los alrededores. Las condiciones allí son tan precarias que unas 50.000 personas han decidio regresar a la ciudad.