Las organizaciones humanitarias lanzan la alarma: Turquía no debería utilizar la crisis migratoria en su disputa política con la Unión Europa.
Las organizaciones humanitarias lanzan la alarma: Turquía no debería utilizar la crisis migratoria en su disputa política con la Unión Europa.
El fondo de la ONU para la infancia ha instado a Turquía a no utilizar a los niños ni a los refugiados e inmigrantes indocumentados como “moneda de cambio” en su rifirrafe diplomático con Bruselas, después de que Ankara amenazara de nuevo con romper el acuerdo migratorio con los Veintiocho.
Oxfam internacional ha hecho una llamada en el mismo sentido a través de las redes sociales. Y es que el ministro de Interior de Turquía ha amenazado a la Unión Europea con romper el acuerdo de refugiados y enviar a 15.000 inmigrantes indocumentados cada mes a territorio comunitario.
Turquía acoge en la actualidad a 3 millones de refugiados sirios en virtud del acuerdo cerrado en marzo de 2016 por el que se avino a recibir de vuelta a refugiados llegados a Grecia desde su territorio a cambio de ayudas económicas por un montante total de 6.000 millones de euros y la exención de visados para sus ciudadanos.
Las amenazas han aumentado de tono desde que Alemania y Holanda impidieran la participación de ministros turcos el los mítines de campaña electoral a favor de la reforma constitucional organizada por Ankara para entregar todo el poder ejecutivo al presidente, actualmente el islamista Recep Tayyip Erdogan.