El ministro griego de Migración y Asilo, Thanos Plevris, ha anunciado una nueva legislación que convierte en delito penal la permanencia en el país tras una solicitud de asilo rechazada. La medida contempla penas de entre dos y cinco años de prisión.
El ministro griego de Migración y Asilo ha dejado claro que el país no puede hacer frente al aumento de los flujos migratorios procedentes de Libia, por lo que el Gobierno ha procedido a endurecer la ley de asilo. Thanos Plevris se encontraba en Copenhague con motivo de un consejo informal de ministros de Interior y Migración.
"El retorno de los migrantes ilegales debe ser nuestra primera prioridad. Nuestro mensaje debe ser claro. Si entra ilegalmente en Europa o se rechaza su solicitud de asilo, no tiene derecho a estar en Europa y debe regresar a su país", afirmó.
"En Grecia tendremos ahora una nueva ley. Y esta ley dice que si su solicitud de asilo es rechazada y no regresa a tu país, esto es un delito penal y se enfrentará a entre dos y cinco años de prisión. Así que el mensaje es: 'Si está en nuestro país ilegalmente, tiene dos opciones: la cárcel o regresar'", dijo Thanos Plevris.
Sin embargo, Plevris admitió que "es un reto" garantizar que sus soluciones radicales se ajustan a la legislación europea. "Tenemos mucho trabajo por hacer, pero para nuestra propia sociedad, los flujos de inmigrantes ilegales son muy grandes. No podemos gestionarlos", dijo.
"En Creta, tenemos cada día 1.000 inmigrantes ilegales que quieren llegar a Grecia, y en Libia, tenemos tres millones. Esto significa que tenemos que encontrar soluciones dentro de un marco europeo, pero también dentro de nuestras sociedades", añadió.