El Gobierno griego activó medidas de emergencia tras interceptar a más de 700 migrantes en el sur de Creta, trasladándolos a Lavrio y el Pireo. Ante el colapso de los centros de acogida, Grecia suspenderá por tres meses la tramitación de asilo para llegadas desde el norte de África.
Más de 500 personas fueron trasladadas el jueves al puerto de Lavrio, en las cercanías de Atenas, tras ser interceptadas al sur de la isla de Creta. La operación se produjo en un momento en que el Gobierno griego aplica medidas de emergencia ante el incremento de las travesías por el Mediterráneo desde Libia.
Los inmigrantes, en su mayoría hombres jóvenes, fueron trasladados durante la noche a bordo de un granelero después de que su pesquero fuera interceptado por las autoridades griegas. Serán enviados a centros de detención cercanos a la capital.
Más de 200 migrantes fueron trasladados al puerto del Pireo, cerca de Atenas, en operaciones separadas desde Creta. Los traslados a la península se ordenaron porque los centros de acogida provisionales de Creta han alcanzado su capacidad, con unas 500 nuevas llegadas diarias a la isla mediterránea desde el fin de semana.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, anunció el miércoles que Grecia suspendería durante tres meses la tramitación de asilo para los inmigrantes que lleguen por mar desde el norte de África. Las nuevas medidas se votarán el jueves en el Parlamento como enmienda de urgencia.
"Esta es una situación extrema y urgente, y estamos tomando medidas extraordinarias, difíciles, duras y estrictas. Pero envían un mensaje claro", declaró Manos Logothetis, secretario general del Ministerio de Migración, a la televisión estatal.
"Estas medidas son una declaración clara del Gobierno griego -y por extensión, de Europa- de que no podemos seguir aceptando flujos migratorios procedentes del norte de África", afirmó. "La gente de allí tiene que pensárselo dos veces antes de decidir pagar una gran suma de dinero para venir a nuestro país".
Logothetis afirmó que Grecia respaldaba las iniciativas de la UE que vinculan la ayuda económica a los países africanos a su disposición a aceptar a sus ciudadanos deportados o a aceptar la repatriación voluntaria desde Europa. La crisis de Creta coincidió con una disputa diplomática entre la Unión Europea y Libia en torno a la cooperación migratoria.
A principios de esta semana, funcionarios europeos fueron rechazados en el este de Libia tras un aparente desacuerdo sobre las autoridades adecuadas a las que implicar en las discusiones para frenar nuevos cruces.
60.000 inmigrantes desembarcados en Grecia
Las autoridades de Creta se esfuerzan por proporcionar servicios básicos y utilizan instalaciones temporales para alojar a los inmigrantes, principalmente de Somalia, Sudán, Egipto y Marruecos, según funcionarios de la isla. Grecia sigue siendo un punto de entrada clave a la UE para las personas que huyen de conflictos y penurias en Oriente Medio, África y Asia.
Las llegadas se dispararon el año pasado, con más de 60.000 migrantes desembarcados en Grecia -la mayoría por mar-, frente a unos 48.000 en 2023, según datos de la agencia de la ONU para los refugiados. A mediados de junio de 2025, Grecia había registrado 16.290 llegadas, más de 14.600 de ellas por mar.
Mientras las autoridades griegas intensifican las patrullas a lo largo de la frontera marítima oriental con Turquía, los traficantes parecen elegir cada vez más la ruta más larga y peligrosa a través del Mediterráneo desde el norte de África, utilizando embarcaciones más grandes capaces de transportar a más personas.