Más de medio millar de nacionales de este país de Asia central han engrosado las filas de Daesh, según el gobierno kirguís. ¿Por qué?
La situación puede explotar en cualquier momento, ¿por qué?, porque los milicianos se dirigen a Turquía y Siria a través de Kirguistán. Nuestra gente, nuestros propios hombres van allí. ¿Qué ocurrirá cuando vuelvan?
Residente en Biskek
Kirguistán, en el punto de mira de la insvestigación tras el atentado en el metro de San Petersburgo. Los lazos entre esta exrepública soviética de Asia central y el yihadismo son bien conocidos por los servicios de inteligencia.
El hecho de contar con fronteras porosas y
estar cerca del operativo de Daesh en Pakistán y Afghanistan, unidos a la pobreza – sobre todo en el sur del país – han convertido a esta zona en un vivero para el yihadismo.
Algunas fuentes hablan de familias enteras reclutadas a partir de 2015 para luchar en el frente sirio. Muchos alistadores proceden de Osh, la segunda ciudad del país, de donde es originario el presunto kamikaze de San Petersburgo.
Las cifras bailan, pero según el FSB ruso, al menos 7000 procedentes de las exrepúblicas soviéticas han engrosado las filas de Daesh en Siria e Irak; de los cuales 2900 serían originarios de Rusia. El ministerio del Interior Kirguís habla de al menos 600 milicianos de esta nacionalidad.
La radicalización islamista, preocupa a las autoridades locales, pero también a la población que ve cómo los jóvenes son presa fácil para quienes les reclutan proponiéndoles dinero y bienes, cuando allí la pobreza es flagrante: el salario medio en Kirguistán es de 315 euros al mes.
Zhenishbek Toktogulov, que reside en la capital, Biskek, lo cuenta así: “La situación puede explotar en cualquier momento, ¿por qué?, porque los milicianos se dirigen a Turquía y Siria a través de Kirguistán. Nuestra gente, nuestros propios hombres van allí. ¿Qué ocurrirá cuando vuelvan?”
Rusia, que acoge a más de dos millones de trabajadores procedentes de Asia central también se hace la misma pregunta. En 2015, cuando Moscú decidió apoyar militarmente a Bachar al Assad, Daesh prometió venganza en suelo ruso.