Trump y Xi Jinping, un cara a cara difícil en Florida

Su residencia de Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, es el lugar elegido para recibir a su huésped, Xi Jinping. Un ambiente distendido, en un escenario más cómodo para el presidente estadounidense, Donald Trump, para romper el hielo y hablar de los asuntos más polémicos.
Los amenazantes misiles balísticos de Corea del Norte
Pyongyang acaba de realizar su enésimo lanzamiento, tras el ensayo nuclear de septiembre que provocó nuevas sanciones contra el régimen de Kim Jong-un. Para Estados Unidos, China es el principal apoyo económico y diplomático de su vecino.
North Korea is behaving very badly. They have been “playing” the United States for years. China has done little to help!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 17 de marzo de 2017
Un tuit, el arma preferida de Trump. En este reprocha a China de no hacer lo suficiente para que Corea del Norte entre en razón.
Los estadounidenses quieren que Pekín aplique las sanciones impuestas por Naciones Unidas, ya que el 90% de las exportaciones norcoreanas tienen a China como destino.
Los chinos se oponen, dicen que provocarían más problemas a la población y aseguran que ya han suspendido las importaciones de carbón, una de las principales fuentes de divisas para Pyongyang.
El escudo antimisiles estadounidense en Corea del Sur
China está abiertamente en contra del despliegue del sistema de defensa THAAD que los estadounidenses han empezado a instalar en Corea del Sur.
Pekín considera que el dispositivo es una amenaza en su propia puerta que menoscaba la capacidad de su fuerza de disuasión. Para Trump, en cambio, es una medida para disuadir a Pyongyang y para defender a Seúl de su potencial balístico.
El Mar de la China meridional es otro caballo de batalla
China reivindica la práctica totalidad de esta zona estratégica en la que amplía artificialmente islotes y arrecifes, en los que podría instalar armamento.
La administración Trump ha criticado estas operaciones, sin definir una política clara en la región. Obama, había enviado a la zona varios barcos de guerra y aviones en nombre de la defensa de la libertad de navegación.
El desequilibrio del comercio bilateral
Durante su campaña electoral, Trump acusó a China de devaluar su divisa para favorecer las exportaciones y amenazó a Pekín con establecer derechos de aduana prohibitivos si no facilitaba el aceso de Estados Unidos a su mercado.
The meeting next week with China will be a very difficult one in that we can no longer have massive trade deficits…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 30 de marzo de 2017
Otro tuit de Trump para calificar como de grave problema el déficit comercial con China (347.000 millones de dólares) que hará “muy difícil” su reunión con Xi Jinping.
Por su parte, Pekín ha pedido a Washignton que reduzca los controles a la exportación de productos de alta tecnología. El Banco de China ha gastado en estos últimos años un billón de dólares para estabilizar el yuan.