El hombre, de 38 años, es checheno y habría estado involucrado en varios atentados en Grozni en 2014.
También podría pertenecer al grupo Estado Islámico y se cree que ha combatido en las filas yihadistas en Siria durante dos años.
La detención se produjo en el sur de Italia, en la localidad de Foggia, gracias a la colaboración de la policía belga.