El Tribuna de Derechos Humanos de Estrasburgo ha confirmado que uso del niqab, o velo integral, seguirá estando prohibido en territorio belga.
Los jueces han dado su visto bueno a la normativa que impide la utilización de las prendas que ocultan total o parcialmente el rostro en los lugares públicos.
Argumentan que el texto cumple su objetivo de “garantizar la convivencia” y añaden que puede ser “necesario” en el marco de una “sociedad democrática”.
En 2011 el parlamento belga aprobó casi por unanimidad la ley que prohibe el uso del niqab y que prevé multas e incluso penas de 7 días de cárcel para las mujeres reincidentes.
El texto fue recurrido por varias mujeres musulmanas. Una de ellas decidió dejar de salir de su casa y se quejó ante el Tribunal de que “su vida privada y social se había reducido considerablemente”. Otra acabó prescindiendo de su niqab en el espacio público por miedo a ser multada o a acabar en prisión.
Las demandantes contaron con el apoyo de la ONG Liberty, según la cual la ley puede “estigmatizar” a las mujeres que usan el velo.