Los incendios arrasan el centro de Portugal y mantienen movilizados a más de 1.500 bomberos, justo dos meses después de la muerte de 64 personas en Pedrógão Grande.
El foco más preocupante sigue estando en el municipio de Mação. Aquí el fuego sigue desbocado con más de un 80 % de superficie forestal calcinada.
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— Abraham (@areicam1987) August 18, 2017
El estado de calamidad preventivo se extenderá hasta lunes ante el riesgo de que empeore la situación. Este fin de semana se esperan temperaturas de hasta 40 grados.
Esta medida permitirá a las patrullas de vigilancia acceder a propiedades y domicilios sin autorización judicial. Se desplegarán 140 equipos y habrá inspección aérea nocturna, ya que el 40 % de los fuegos se originan de noche.
Hasta ahora ya hay más de 91 personas detenidas por provocar supuestamente los incendios.
A diferencia de años anteriores, en 2017 ha ardido más territorio luso que en cualquier otro de la última década, con más de 75.000 hectáreas consumidas por las llamas entre enero y principios de julio.