Expectación en Birmania y Bangladés ante la visita del papa. Francisco llevará su apoyo a las pequeñas comunidades católicas y exhortará al diálogo y la reconciliación en pleno drama de los rohinyás. Se trata de una visita pastoral, que comienza este lunes y finalizará el 2 de diciembre.
Decenas de miles de católicos han viajado a Rangún para asistir en persona a la primera visita de un pontífice a Birmania.
“Creo que él podría traernos paz o darnos consejos sobre las tensiones religiosas”, señalaba U Khun Aung.
“El papa Francisco está tratando de apoyar el proceso de reconciliación en Birmania y, por tanto, de limitar el poder militar, el poder del Ejército. No tanto porque tiene este poder, sino porque reforzando a Aung San Suu Kyi y dando este mensaje con su visita puede ayudar a la comunidad internacional a participar un poco más en el futuro de Birmania”, explicaba el padre Bernardo Cervellera, experto en el Vaticano de Asia News.
Esta visita es, sin duda, la más delicada de Jorge Bergoglio, en el plano diplomático. Las autoridades birmanas han sido acusadas de “limpieza étnica” contra los rohinyás, por la ONU y Estados Unidos. La premio Nobel de la Paz de cerrar los ojos ante este drama.
Algunos consejeros del papa le han instado a evitar hablar de los rohinyás, aunque ya ha denunciado su situación en varias ocasiones. Y el clero budista radical birmano le ha advertido de que no debe apoyar a esta minoría musulmana.