Las amenazas a la libertad de expresión en España

Artistas, periodistas y raperos españoles asisten perplejos estos días a la sucesión de decisiones judiciales que en su opinión, limitan el ejercicio de la libertad de expresión.
La difusión de canciones textos y mensajes contra la Monarquía o la clase política han desembocado en una cascada de condenas. Muchos advierten un recorte de las libertades públicas.
Este mismo lunes, una juez de la provincia de Madrid, ha ejecutado el secuestro cautelar de un libro sobre el narcotráfico gallego titulado Fariña (Libros del KO, 2015). Todo porque un político, el exalcalde de O Grove, José Alfredo Bea Gondar, se considera injuriado y calumniado en unas cuantas líneas del trabajo periodístico de Nacho Carretero.
Hace apenas unos días, la Audiencia Nacional condenaba al rapero, Pablo Rivadulla, conocido como Pablo Hasél, a dos años y un día de cárcel por una canción publicada en YouTube y decenas de mensajes difundidos en Twitter.
Enaltecimiento del terrorismo, injurias y calumnias contra la Corona y las instituciones del Estado son los hechos probados en la sentencia.
Por cantar y tuitear ha sido también condenado a tres años y seis meses de cárcel el rapero, Josep Miquel Arenas, conocido como Valtonyc.
En este contexto, el artista Santiago Sierra, vió como su obra "Presos políticos en la España contemporánea", con fotografías de los líderes independentistas catalanes encarcelados, fue descolgada de las paredes de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO) de Madrid. Una decisión de la institución ferial responsable de la muestra, un hecho inédito en casi sus cuarenta años de historia.