La canciller alemana, muy debilitada políticamente por la crisis de los migrantes, se reúne este martes en Berlín con el presidente francés, a diez días de la próxima cumbre europea.
Angela Merkel recibe este martes en Berlín a Emmanuel Macron. A diez días de la próxima cumbre europea, esta reunión debería servir para impulsar la reforma de la zona euro, pero la crisis de los migrantes se ha impuesto como cuestión principal de la cita. Una crisis que no solo amenaza con hacer saltar con los aires la cohesión europea, sino que además mantiene contra las cuerdas a la canciller alemana, muy debilitada políticamente.
Así las cosas, la reforma europea que ambiciona el presidente francés, podría quedar aparcada, como explica Luke Baker, jefe de la oficina francesa de la agencia Reuters:
"El momento para poner en marcha el gran proyecto que presentó Macron está agotándose. Si no lo pone en práctica ahora, más adelante, este año, nos vamos a topar con las elecciones regionales alemanas y luego, en 2019, con la salida del Reino Unido de la Unión y las elecciones europeas. Y el proyecto completo quedará en el olvido", augura.
La negativa de Italia a abrir sus puertos a los migrantes del Aquarius ha desatado una crisis en la Unión Europea de efectos impredecible y, sobre todo, puesto de relieve la profunda fractura en su seno. Macron y Merkel tratan de demostrar que el eje franco-alemán sigue funcionando y defienden una gestión europea del problema, pero otros países, como Polonia o Hungría, rechazan abrir sus fronteras.
Para la canciller alemana esta ha pasado a ser una cuestión de vida o muerte política, después de que su ministro del Interior, Horst Seehofer, le haya dado dos semanas para reducir el flujo de migrantes a nivel europeo, bajo la amenaza de rechazar todo demandante de asilo que se presente en las fronteras alemanas.