Theresa May consigue que su Gobierno apruebe su "brexit blando"

La primera ministra británica Theresa May consigue in extremis que su Gobierno apruebe su plan "suave" de brexit.
Le llevó doce horas de intensas y tensas negociaciones en su residencia de campo del sureste inglés. En el exterior de Chequers, un grupo de jóvenes exigían que no les fastidiaran su futuro.
A pesar del acuerdo, en el ejecutivo y el propio partido conservador el tema continúa provocando grandes divisiones.
Theresa May, primera ministra del Reino Unido:
"Nuestra propuesta creará una zona de libre comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea que establece una normativa común en bienes industriales y productos agrícolas. Esto mantendrá altos estándares, pero nos aseguraremos de que no se produzcan cambios sin la aprobación de nuestro parlamento".
Este plan, que incluye bienes pero no servicios, evitaría los controles aduaneros y mantendría abierta la frontera con Irlanda.
Debe ahora ser aprobado por la Unión Europea.
Michel Barnier, su negociador jefe, ha anunciado en un tweet que lo analizará para ver si sus propuestas son viables.
El documento aprobado establece el fin de la libre circulación de personas, aunque introduce un "marco de movilidad" para asegurar que británicos y comunitarios puedan seguir viajando y estudiando en sus territorios.