La oposición paraliza Managua y agua la fiesta al sandinismo

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La oposición paraliza Managua y agua la fiesta al sandinismo

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La huelga general convocada por la oposición ha paralizado Managua en una jornada festiva para el Sandinismo. Las imágenes de calles vacías y policías armados hasta los dientes en unas carreteras sin apenas coches ni autobuses invaden las redes sociales. Tampoco han abierto tiendas, farmacias ni centros comerciales ante el temor a que se desatasen enfrentamientos entre activistas de la oposición y las fuerzas policiales y parapoliciales leales al presidente, Daniel Ortega.

El segundo paro general convocado por la oposición, que exige la renuncia de Ortega por la sangrienta represión de las protestas antigubernamentales (que ha dejado más de 300 muertos en los últimos tres meses, según la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia) ha coincidido con el anuncio de la muerte de cuatro policías y un maestro en el municipio de Morrito, en el sureste de Nicaragua, en circunstancias que no han sido esclarecidas. 

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Mercaderes hacen guardia delante de sus establecimientos cerradosREUTERS/Oswaldo Rivas

El "repliegue" comienza sin Ortega

La celebración del "repliegue", una de las fiestas más importantes del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), comenzó hoy en Nicaragua por primera vez en casi 40 años sin el presidente Daniel Ortega a la cabeza.

Miles de simpatizantes del FSLN y trabajadores del Estado partieron de Managua hacia Masaya, sin escuchar el acostumbrado discurso de Ortega antes de empezar el recorrido que, este año no será andando, sino en vehículos.

El "repliegue", que conmemora un éxodo de habitantes de Managua hasta Masaya realizado el 27 de junio de 1979, como estrategia guerrillera contra el dictador Anastasio Somoza Debayle, se dio en un extraño silencio, ya que la población de Nicaragua se encerró hoy en sus casas para realizar un paro nacional de actividades, en protesta contra Ortega.

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Un niño sostiene una bandera sandinista durante la conmemoración del 39º aniversario del "repliegue"REUTERS/Oswaldo Rivas

Por otro lado, en Masaya, la población indígena de Monimbó ha advertido que boicoteará el "repliegue" si el FSLN "viola" su jurisdicción, que en junio pasado declararon "territorio libre del dictador".

Organismos defensores de los Derechos Humanos habían advertido a Ortega no realizar el repliegue hasta Masaya, para evitar un "derramamiento de sangre", pero hasta ahora el FSLN no detalló el recorrido.

Contrario a otros años, el "repliegue" no salió de Managua con un ambiente festivo, fue más una caravana de vehículos con las banderas rojinegras del FSLN.

La extraña celebración del repliegue, que algunos ven como un revés para Ortega, se debe a que Nicaragua atraviesa un estallido social que se inició el 18 de abril pasado, y que ha dejado al menos 351 muertos, miles de heridos y cientos de desaparecidos, según organizaciones humanitarias.

Tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), han responsabilizado al Gobierno de Ortega por graves violaciones a los Derechos Humanos.

La CIDH ha señalado "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país", lo que el Gobierno de Nicaragua rechaza.

Diversos sectores de la sociedad nicaragüense han solicitado a Ortega la renuncia y elecciones anticipadas. A la petición electoral se unió el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta de su historia en tiempos de paz, y la más cruda desde la década de los años 1980, también con Ortega siendo presidente.

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se iniciaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.

Agencia EFE

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