Dmitry Pavlenko, amputado de brazos y piernas, entró este jueves en el libro ruso de los records al bucear sin ayuda a 30 metros de profundidad en el Mar Negro.
Dmitry Pavlenko consiguió entrar este jueves en el libro ruso de los records, al bucear sin ayuda y a pesar de su discapacidad, 30 metros de profundidad en aguas abiertas. Lo hizo en la costa de Crimea, en el Mar Negro.
A los 19 años, una mina le dejó sin brazos y piernas, pero eso no ha frenado sus ganas de superar los obstáculos.
"Puedo decir que he superado mis barreras y he hecho más de lo que podré hacer jamás. He ampliado mis horizontes y eso es muy importante para mí", dijo tras subir al barco.
Su inmersión duró quince minutos y fue seguida muy de cerca por un instructor de buceo, que ayudó a organizar el evento.
Pavlenko ya estableció otro récord de profundidad de estas características en Hurghada. Allí bajó hasta 40 metros, pero las condiciones de las aguas egipcias son mucho más favorables, por temperatura y visibilidad, que las del Mar Negro.