En el Reino Unido, a partir del 1 de octubre, las tiendas de mascotas no podrán vender perros y gatos menores de 8 semanas.
PUBLICIDADEn el Reino Unido, a partir del 1 de octubre, las tiendas de mascotas no podrán vender perros y gatos menores de 8 semanas.
Los cachorros solo podrán adquirirse en criaderos o en centros de rescate.
El Gobierno británico prevé aumentar esa prohibición hasta los 6 meses. La iniciativa ha salido a consulta con el objetivo de reducir problemas sanitarios y la cría de los animales en malas condiciones.
Una petición de apoyo a la Ley Lucy, debatida en el Parlamento británico el pasado mes de mayo, ha sido firmada por cerca de 150.000 personas.
La petición argumenta que la venta de cachorros conduce a la separación de la madre y que en el transporte para su venta se daña el bienestar animal. La petición considera además que la regulación de las ventas comerciales entre particulares no es efectiva.
La medida constituye el triunfo de la campaña para la Ley Lucy, que lleva años promoviendo esta prohibición.