Fernando Albán moría este lunes mientras se encontraba bajo custodia del Servicio de Inteligencia Bolivariano, supuestamente tras saltar por una ventana. Había sido detenido en relación al fallido atentado contra el presidente Nicolás Maduro.
Silencio, lágrimas y mucha rabia contenida en el funeral de Fernando Albán. El opositor venezolano fue enterrado este martes en Caracas tras su muerte el lunes mientras se hallaba bajo custodia de las autoridades. Albán había sido detenido el viernes en relación al presunto atentado del pasado mes de agosto contra el presidente Maduro.
Según informan tanto desde el ministerio de Interior como desde la fiscalía, una vez en las instalaciones del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, Albán se quitó la vida saltando por una ventana, si bien ambas versiones difieren en como y donde sucedió exactamente.
"Me siento devastada por lo que está sucedicendo", decía entre lágrimas la concejala opositora y amiga de Albán, Aitza Lopez. "Quien conociera a Fernando sabe que era incapaz de atentar contra su vida".
La sospechosa muerte de Albán ha traído consigo un sinfín de acusaciones contra el Gobierno venezolano por parte de la comunidad internacional. Naciones Unidas, la Unión Europea o Estados Unidos han exigido una investigación independiente que aclare las causas de lo sucedido.
La conferencia episcopal venezolana también ha puesto en duda que se trate de un suicidio, debido a las fuertes convicciones religiosas de Albán. Desde la oposición apuntan a continuadas torturas contra su compañero como causa de una muerte que vuelve a poner bajo el foco de la opinión internacional al Gobierno de Maduro.