El autoproclamado presidente asegura haber mantenido reuniones secretas con militares y que éstos apoyan un cambio en Venezuela
Miles de venezolanos de la oposición volvieron a tomar las calles este miércoles para solicitar a los militares que se acojan a la ley de amnistía y ayuden a desalojar del poder a Nicolás Maduro.
Las protestas, en 5.000 puntos diferentes del país, se desarrollaron pacíficamente, aunque no faltaron las detenciones, entre ellas la de varios periodistas extranjeros.
Ha transcurrido ya una semana desde que Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino.
"Hemos comenzado a construir una mayoría, ganado el apoyo internacional, como en el parlamento, al denunciar las violaciones de los derechos humanos y la corrupción en Venezuela. Durante este tiempo queremos poner fin a esta usurpación, traer un gobierno de transición y elecciones libres".
Una coalición internacional, según Guaidó, gestiona el ingreso de ayuda humanitaria al país, y pronto se darán a conocer los detalles del denominado "Plan País" ante una eventual transición.
El Parlamento Europeo es la primera institución dispuesta a reconocerle formalmente como el único presidente legítimo de Venezuela, sin condiciones.
El líder chavista, por su parte, sigue reforzando lazos con sus aliados, entre ellos Rusia para hacer frente a la presión internacional.
"Todo el apoyo de Rusia en todos los planos, lo recibimos con agrado y mucho agradecimiento. Le he pedido al Presidente ruso (Vladimir) Putin que mantenga una conversación permanente", señaló Maduro a una televisión rusa.
Mientras Maduro insiste en que cuenta con el apoyo del Ejército, Guaidó, en un artículo al diario New York Times asegura que se han celebrado reuniones secretas con algunos militares, y que éstos han reconocido que la situación de Venezuela debe cambiar.