El amor es para todos, pero según las cifras de la Oficina de Estadística de la Unión Europea en los últimos años los ciudadanos parecen alejarse cada vez más del matrimonio. Sin embargo, todavía hay un país que apuesta por esta antigua institución social.
PUBLICIDADCaminar hacia el altar o siquiera firmar un acta de matrimonio parecen ser escenarios poco atractivos para los europeos. Eslovenia lidera la lista de los ciudadanos que menos contraen nupcias con 3 matrimonios por mil habitantes, seguido por Italia con 3.2.
En el extremo opuesto se encuentra Lituania con 7.5 matrimonios por mil habitantes, quedando a la cabeza cuando se trata de la unión civil en el bloque europeo.
Estos datos fueron publicados por la Oficina Europea de Estadistica (Eurostat) basándose en los registros recopilados en 2017.
En España, un poco más de 173 mil personas se casaron en dicho año, así lo muestra el Instituto Nacional de Estadística del país, mientras que en Francia se registraron 233.915.
"[España] ha pasado a ser uno de los países europeos con un calendario más tardío. Las parejas se casan menos que antes y a edades más tardías. Los jóvenes se mantienen solteros más tiempo, hay más parejas de hecho, aunque hay más nacimientos fuera del matrimonio. La tasa de divorcio se ha duplicado en los últimos 10 años", señala Eurostat.
A pesar de que los franceses no se encuentran en los primero puestos de la lista, han tenido un ligero incremento en el 2018 con 235 mil matrimonios y 193.950 pacs, la unión de pacto civilde Francia.
Rumania, Chipre, Letonia y Malta le siguen respectivamente a Lituania en un margen de 6 matrimonios por mil de sus habitantes. Sin embargo, la tendencia en la Unión Europea a nivel general ha decrecido desde 1965 (7.8).
En cambio, los divorcios han progresivamente aumentado, especialmente desde los años noventa.
Libertad, ambición profesional y miedo: los principales motivos por los que los europeos no se casan
La investigación de Familias y Sociedades hecha por una veintena de universidades internacionales han enlistado una serie de motivos que mantienen a los ciudadanos europeos alejados del contrato nupcial.
Falta de vivienda propia o empleos precarios afectan directamente a esta generación. El 75% de los contratos laborales que firman los jóvenes en la actualidad son temporales. Dicho estudio también revela que casi un 40% de los jóvenes italianos y españoles siguen viviendo con sus padres, cuando en 1990 eran solo un 25%.
Para otros, es simplemente miedo por diferentes factores. Algunos han experimentado el divorcio de sus padres o haber crecido en una familia disfuncional, otros simplemente temen perder "autonomía" y libertades al sellar la unión en papel.
"Los jóvenes parecen querer vivir más en el presente sin ataduras", sostiene el informe.
En conclusión, los europeos han demostrado que siguen apostando por el amor pero sin convencionalismos escritos en papel.