Reacciones en caliente de la noche electoral. Del entusiasmo entre los simpatizantes socialistas a la desolación en las filas populares, pasando por el triunfalismo de los seguidores de Vox
La alegría era enorme este domingo por la noche entre los militantes socialista. Aunque el PSOE tendrá que buscar socios para gobernar, estos resultados suponen una resurrección del partido tras las dificultades de los últimos años.
"Me siento muy bien -dice con una sonrisa en los labios un joven simpatizante socialista-. La verdad es que es un orgullo después de todos los malos ratos que hemos pasado los socialistas, con toda la gestora que hubo hace dos años, con el sorpasso, que parecía que se iba a cumplir, parecía que íbamos a desaparecer, parecía que íbamos a ser el PASOC de Grecia y, al final, levantar un Gobierno socialista, un Gobierno progresista, es una alegría tremenda".
La otra cara de la moneda se vivió entre los seguidores del Partido Popular, desolados y abatidos después de que la formación conservadora haya obtenido el peor resultado de su historia. El PP toca fondo y entra en un período de crisis.
"Espero que Sánchez no pacte con los independentistas -desea una mujer-. Por lo demás, todos pueden gobernar mejor o peor, pero que partan España es lo que no aguanto de los socialistas, sobre todo, de Pedro Sánchez".
Entretanto, entre los partidarios de Vox, cundía el triunfalismo, a pesar de que los resultados del partido ultraderechista han sido peores de lo que anunciaban los sondeos.
"Por fin tenemos voz en el Parlamento -dice una joven-. Sí que es verdad que estamos preocupados porque ha venido la izquierda, que tiene mayoría, pero aún así lo considero una completa victoria".