Indignación en España tras el suicidó de una mujer, madre de dos hijos pequeños, tras difundirse entre sus compañeros de trabajo un vídeo privado de contenido sexual que grabó hace años con una expareja. El hombre se ha entregado a la Guardia Civil.
Un suicidio y un vídeo de contenido sexual han hecho que millones de españoles sientan consternación, rabia y también vergüenza. Una trabajadora de la factoría de Iveco en las cercanías de Madrid, madre de dos hijos pequeños, se quitó la vida el sábado después de que unas imágenes eróticas que grabó con una expareja corrieran como la pólvora entre sus compañeros.
**Su expreja que se entregó a la Guardia Civil quedó posteriormente en libertad sin cargos tras declarar ante la Policía Nacional.
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La justicia ha abierto diligencias. Con la ley en la mano quienes compartieron el vídeo podrían ser castigados con penas de hasta un año de cárcel que son las contempladas para el delito de sexting.
"Estamos cansados de recibir muchos contenidos de imagen, de vídeo, que fueron tomados en su día con el aparente consentimiento por parte de la víctima pero ese consentimiento se puede interpretar que ya no existe, que ha prescrito, que ha caducado, por lo que tenemos que extremar la cautela, en caso de no hacerlo podemos formar parte de la correa de transmisión de una conducta delictiva e incluso se nos puede considerar cómplices", ha explicado el letrado y presidente de la Comisión de Transformación Digital del Colegio de Abogados de Barcelona, Rodolfo Tesone.
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