Cientos de niños inmigrantes en condiciones inhumanas en Estados Unidos. El escándalo desatado por las condiciones degradantes en las que estaban recluidos cientos de niños en un centro de Texas provoca la dimisión del jefe de la Patrulla Fronteriza
Niños inmigrantes hacinados, durmiendo en el suelo y sin ninguna higiene. El escándalo sobre las condiciones degradantes en las que cientos de menores estaban recluidos en un centro de Texas acaba de provocar la dimisión del jefe de la patrulla fronteriza.
John Sanders ha anunciado que deja el cargo después de la publicación por Human Rights Watch de un informe sobre las condiciones en las que unos 300 niños estaban en un centro gestionado por las patrullas fronterizas en Clint, Texas. La profesora de derecho Elora Mukherjee, que visitó el centro con una delegación de juristas, cuenta horrorizada lo que se encontró allí.
"Nunca había visto condiciones tan degradantes e inhumanadas contra las que vi en Clint. Los niños estaban hambrientos, sucios, enfermos, asustados y todos los que yo entrevisté llevaban detenidos más del límite de 72 horas que dicta la ley (...) Los niños no tenían jabón para lavarse las manos. La mayoría no se habían duchado desde hacía semanas", explica.
Preguntado por el escándalo y la dimisión del jefe de la patrulla fronteriza, Donald Trump dijo que ha hecho "cambios muy buenos". El problema, añadió, es que "las leyes y las reglas de asilo son tan malas que nuestra gente de las patrullas fronterizas, que es increíble, no puede hacer su trabajo".
"Campos de concentración", según Ocasio-Cortez
La legisladora demócrata Alexandria Ocasio-Cortez ha denunciado la existencia de "campos de concentración" gestionados por una administración "fascista". Según The New York Times, la mayoría de esos niños fueron trasladados el lunes a distintos albergues gestionados por el departamento de salud y los servicios sociales.
El Congreso aprueba desbloquear 4.500 millones de dólares de ayuda humanitaria
El Congreso ha aprobado desbloquear 4.500 millones de dólares de ayuda humanitaria, en particular destinada a los niños inmigrantes, pero los republicanos, que controlan el Senado, amenazan con rechazarlo si una parte del dinero no se destina a las fuerzas del orden.