La Organización Europea para la Investigación Nuclear se encuentra en pleno parón de dos años, en los que trata de renovarse para seguir consiguiendo hitos para la ciencia.
El CERN está ampliando sus horizontes. El laboratorio científico más grande del mundo está pasando por un parón de dos años para mejorar su capacidad de desvelar los misterios de nuestro universo. Durante este período, todo el complejo del acelerador y los detectores mejorarán en términos de potencia y calidad de las detecciones.
El mantra de los miles de científicos que trabajan aquí es: "estudiar lo infinitamente pequeño para entender lo infinitamente grande". Es por eso que una de las actividades primarias es aplastar partículas para estudiar el secreto de la materia y los orígenes del universo. El Gran Colisionador de Hadrones es el núcleo de este tipo de investigación.
"Hay muchas preguntas emocionantes y cruciales cuyas respuestas no sabemos", explica Fabiola Gianotti, directora genral del CERN. "El universo oscuro, el 95 % del universo es desconocido, no sabemos a dónde fue toda la materia... y muchas otras cuestiones. Si puedo mencionar sólo una cosa que me gustaría entender es la composición de la materia oscura. Sería genial, porque entonces nuestra comprensión del universo mejoraría del actual 5% al 30%", asegura Gianotti.
Lee: El bosón de Higgs, clave para entender nuestra existencia
Entre los proyectos para el futuro del CERN hay también un plan para construir un nuevo colisionador de 100 km de circunferencia. El objetivo es llevar los límites del conocimiento más allá del último límite establecido por el descubrimiento, en 2012, del Bosón de Higgs, la partícula que permite que todas las partículas tengan masa.
La actualización en curso del CERN se llevará a cabo en varias etapas. Las nuevas máquinas habilitadas podrían actuar como un portal que conecte el mundo de la materia atómica ordinaria que habitamos, con un mundo oculto de partículas que, de momento, son indetectables.