Turquía quiere establecer una "zona segura" en el norte de Siria y lanzar una ofensiva contra las milicias kurdas.
PUBLICIDADDespués de que Turquía anunciara este fin de semana su intención de atacar de forma "inminente" a las milicias kurdosirias para establecer una "zona segura", Donald Trump se echa a un lado y afirma que retirará sus tropas de la zona.
Dos anuncios que la Unión Europea ve con preocupación, ya que teme un nuevo conflicto en la zona.
"Las nuevas hostilidades armadas en el noreste no sólo exacerbarán el sufrimiento de la población civil y conducirán a desplazamientos masivos, sino que también podrían socavar gravemente los actuales esfuerzos políticos que, como saben, apoyamos. Hemos instado y seguimos instando a los garantes de Astaná - entre los que se incluye Turquía - a que garanticen el cese de las hostilidades", afirmaba Maja Kocijancic, portavoz de la UE.
Las milicias kurdosirias han sido las principales aliadas de Estados Unidos en el norte de Siria ante el autodenominado Estado Islámico, pero Donald Trump defendía en Twitter su decisión.
"Los kurdos han luchado con nosotros pero pagamos enormes cantidades de dinero y equipamiento para ello. Ellos llevan luchando con Turquía desde hace décadas.
El presidente también arremetió contra Europa asegurando que los líderes europeos querían que Estados Unidos se llevara a sus cárceles a los yihadistas europeos, a lo que Trump se negó.
Horas después del anuncio, testigos en la zona han visto movimientos de tropas estadounidenses dejando sus posiciones en el norte de Siria.
Esto ha provocado desesperación entre la población kurda, que se echó a las calles para protestar por la retirada. Sus líderes han prometido resistir el avance turco lo que podría traer de vuelta el conflicto en la región.