Dispone de 167 apoyos para ser investido en la segunda votación de la sesión de investidura del martes. Las abstenciones de Ezquerra Republicana y Bildu, claves.
Pedro Sánchez ha atado los últimos flecos y ya le salen las cuentas, aunque por la mínima, para ser investido presidente del Gobierno de España. Un polémico acuerdo que ha costado dos elecciones, ocho meses de bloqueo y duras críticas de la oposición -Partido Popular, Vox y Ciudadanos- por sus concesiones a los independentistas catalanes de Ezquerra Republicana.
Este sábado comienza la sesión de investidura.
Pero no lo conseguirá en la primera votación, este domingo, pues carece de la mayoría absoluta requerida- 176 de los 350 escaños del Parlamento. Pero sí dispone del apoyo de una mayoría simple, necesaria para la segunda votación que tendrá lugar el martes.
Sánchez tiene asegurados 167 síes frente a 164 noes y 19 abstenciones. Un complejo mosaico de apoyos de izquierdistas, nacionalistas y regionalistas, con Unidas Podemos, Más País, PNV, Compromís, BNG, o Teruel Existe. La clave para hacerse con el poder serán las abstenciones de ERC y de Bildu, heredero del grupo terrorista ETA. Coalición Canaria ha optado finalmente también por abstenerse.