Tras la muerte de una treintena de soldados en la localidad siria de Idlib, las autoridades aseguran que su política no ha cambiado, pero que no hay más capacidad.
Ankara advierte de que no puede seguir acogiendo refugiados sirios. Tras la nueva oleada migratoria y la muerte de una treintena de soldados turcos en la localidad siria de Idlib, un alto responsable aseguró el jueves que no impedirían el paso hacia Europa de los inmigrantes. El primer ministro Recep Tayip Erdogan mantuvo una reunión de emergencia ese mismo día por las consecuencias de la guerra en el país vecino.
En base al acuerdo de 2016, Europa ha entregado miles de millones de euros a Turquía para que detenga el flujo migratorio. El país acoge ahora mismo a 3,7 millones de refugiados sirios e insiste en que no ha cambiado su política pero que no tiene más capacidad.
Unos trescientos sirios, incluidas mujeres y niños, han caminado hacia la región de Edirne, para cruzar la frontera con Grecia. La policía turca, la guardia costera y las fuerzas de seguridad fronteriza han recibido la orden de retirarse en las travesías terrestres y marítimas de los refugiados hacia Europa, Las difíciles relaciones diplomáticas de Turquía con los 27 se pueden ver aun más dañadas a causa de la guerra siria.