Los extranjeros en China temen una ola de xenofobia por el COVID-19

“Es mejor que no os acerquéis a los extranjeros”, es lo que le dijo hace unos días a Eva su suegra china. Esta española -que pide mantener el anonimato- reside en el país asiático, lleva dos años con su pareja y nunca había escuchado nada igual.
Aún sin haber erradicado el coronavirus en el país, el temor a una segunda oleada ha conseguido despertar el escepticismo por parte de la comunidad china hacia los extranjeros. Una situación que recuerda a la que se vivía hace unos meses en otros países cuando el virus viajaba por primera vez fuera de las fronteras chinas.
"Esto no es China"
Las redes sociales han sido caldo de cultivo de comentarios xenófobos. “Hay muchísimas publicaciones que dicen: ‘Extranjero, vete a tu país’. Esto no es China”, zanja Eva. Además, se han disparado el número de casos discriminatorios hacia residentes con distinto pasaporte desde que el número de contagios importados supera a los locales.
“Conozco a una pareja en Shanghái que tenía contratada a una señora de la limpieza china. Cuando los demás clientes se enteraron de que trabajaba en casa de unos extranjeros, la despidieron. Hay casos de vecinos que se conocían desde hace tiempo y no quieren ni compartir ascensor con un extranjero”.
Eva cuenta que en otros casos son los propios vecinos los que llaman a la policía para que hagan controles a las familias no nacionales que viven en el edificio. Lo que hacen al llegar es pedirles los papeles y comprueban su estado de salud. “Pero en China, en una situación así, te sientes muy indefenso”, apunta.
Noticias como la agresión de un africano que mordió y golpeó a una enfermera china, para poder escapar de la cuarentena en un hospital de la provincia de Cantón, se esparcen como la pólvora en internet.
“Al ver esas imágenes los ciudadanos chinos se enfadan y afecta mucho al sentimiento de una sociedad que ya ha sufrido bastante. Esto se expande fácilmente en redes sociales y levanta un movimiento que es imposible de controlar”, habla Dawei Ding, vicepresidente de la asociación de chinos en España.
Lo que denuncian algunos extranjeros que viven en el país es que las campañas de odio en redes sociales han saltado a la vida real.
Un cóctel molotov
A ojos del portavoz de la comunidad china nada justifica estos actos y asegura que puede haber algún caso extremo, pero no cree que el trato discriminatorio sea la norma en el país.
“Todo lo contrario, en China los extranjeros siempre han gozado de tener un estatus superior y esto ha acabado por enfadar aún más a los nacionales”, señala Dawei.
En este punto también coincide Yuting Li, coordinadora del área de China en una empresa española en la región de Cantón. “Los extranjeros reciben un sueldo mayor aunque realicen el mismo trabajo. En muchas universidades, el alojamiento para los estudiantes que vienen de fuera es mejor que el de los propios chinos y cuentan con más becas a su disposición. Esto es algo que molesta bastante a la sociedad china”.
Ambos aseguran que la combinación de un estatus superior con las noticias sobre extranjeros agrediendo a nacionales y saltándose la cuarentena forma un cóctel molotov difícil de contener.
Lo sabe bien Yuting que afirma que tiene amigos a los que les ha prohibido la entrada a restaurantes o gimnasios por el simple hecho de ser extranjero.
En la capital china, Camilo Burgos, un estudiante español dice que desde que empezó la cuarentena intenta no salir de casa y cuando sale es para comprar alimentos y volver rápidamente. Es por esto, que no ha sentido racismo. “Quizás lo hay, no lo niego. En un país de 1300 millones de habitantes, supongo que siempre habrá episodios de este tipo, pero no sé si son la regla”.
“China no es un país que tiende a la discriminación, al contrario. Si se han dado situaciones tensas con extranjeros es por acciones concretas que se han viralizado en redes y han desatado la ira”, señala el estudiante.