La cosecha supone un gran desafío para lo agricultores austriacos. Las restricciones de viaje ligadas a la lucha contra el coronavirus les han dejado sin mano de obra foránea. Tras una tensa negociación, el Gobierno ha permitido la llegada de 220 trabajadores ucranianos...
La cosecha supone un gran desafío para lo agricultores austriacos. Las restricciones de viaje ligadas a la lucha contra el coronavirus les han dejado sin mano de obra foránea. Tras una tensa negociación, el Gobierno ha permitido la llegada de 220 trabajadores ucranianos esenciales para la recolección de frutas y hortalizas en el norte del país.
En Italia saltan chispas por culpa del mismo problema. El opositor Matteo Salvini se opone a la regularización temporal masiva de inmigrantes sin papeles solicitada por la ministra de Agricultura para que puedan trabajar en el campo, donde se necesitan 250.000 peones. Desde hace días, en un ambiente de crispación, los partidos del Gobierno negocian una solución.